Influye lo que comemos de pequeños para que en la edad adulta seamos golosos, alérgicos, padezcamos obesidad o tengamos caries? Las teorías de nuestras madres y abuelas de alimentarnos correctamente cuando éramos niños parecen estar en lo cierto. Y es que la nutrición durante el embarazo y la infancia es un factor clave que determina la salud en posteriores etapas de la vida. Esto es lo que demuestran los últimos estudios científicos, que han determinado que la nutrición en la niñez fija el curso de una posterior salud física y desarrollo mental.

Claves para una correcta alimentación infantil

La alimentación es muy importante para todas las personas, pero más lo es en la infancia pues en esta etapa de la vida es fundamental para un correcto crecimiento y desarrollo.

La dieta ideal para los pequeños consiste en una dieta equilibrada, la cual además de favorecer su crecimiento contribuirá a que adquieran hábitos saludables para el resto de su vida.

La alimentación del niño debe ser variada, equilibrada y proporcionada tanto en cantidad como en calidad. Los alimentos deben proporcionarle las calorías, proteínas, vitaminas, minerales y demás principios necesarios para su organismo en desarrollo.

El niño tiene que aprender a comer de todo, pero siempre con moderación. Veamos algunas claves a tener en cuenta en la alimentación infantil para los niños a partir de 1 año.
  • Las raciones recomendadas diarias son:
2 raciones diarias de pescado, huevos, pollo y legumbres
3 raciones diarias de leche, queso, yogur y aceite de oliva
4 raciones de frutas y verduras
5 raciones de pan, pasta, patatas y cereales.
  • Las bebidas recomendadas para los niños son el agua, la leche y los zumos naturales. Los refrescos no están prohibidos pero deben reservarse para ocasiones especiales, no para todos los días.
  • Mantener una buena hidratación.
  • Los dulces, con moderación. A todos los niños les gusta comer una chuchería de vez en cuando. Los dulces no deben ser eliminados de la dieta pero el azúcar, el chocolate, los helados y los caramelos deben ser una excepción en la dieta y no una regla.
  • Siempre es mejor, en la medida de lo posible, la comida preparada en casa a los alimentos preparados industrialmente. Sin embrago, recurrir a un potito de vez en cuando en el caso de los bebés, por poner un ejemplo, es una alternativa válida siempre que no se convierta en lo habitual.